Os presentamos algunos consejos para prevenir y tratar las arrugas y las manchas en la cara
La piel es el órgano más grande y visible de nuestro cuerpo, y también el que más refleja el paso del tiempo y los efectos del sol, la contaminación, el estrés y otros factores externos e internos. Con el tiempo, la piel pierde elasticidad, firmeza, luminosidad y uniformidad, y aparecen las temidas arrugas y manchas que nos hacen ver más mayores y cansados.
Sin embargo, no hay que resignarse a tener una piel envejecida y apagada. Existen muchos trucos y tratamientos que nos pueden ayudar a prevenir y combatir las arrugas y las manchas, y a lucir una piel joven y radiante sin necesidad de pasar por el quirófano. En este artículo te vamos a dar algunos consejos para cuidar tu piel y mantenerla bonita y saludable.
Cómo prevenir las arrugas y las manchas
Como dice el refrán, más vale prevenir que curar. Si queremos evitar que nuestra piel se arrugue y se manche, lo mejor es adoptar unos hábitos saludables que nos ayuden a protegerla y a nutrirla desde dentro y desde fuera. Algunos de estos hábitos son:
- Usar protector solar todos los días: El sol es el principal enemigo de nuestra piel, ya que provoca la degradación del colágeno y la elastina, que son las fibras que le dan sostén y elasticidad. Además, el sol estimula la producción de melanina, que es el pigmento que le da color a nuestra piel, y que puede acumularse en forma de manchas oscuras. Por eso, es fundamental usar un protector solar con un factor de protección adecuado a nuestro tipo de piel, y aplicarlo cada dos horas si estamos expuestos al sol. Así evitaremos las quemaduras, el fotoenvejecimiento y el riesgo de cáncer de piel.
- Hidratar la piel por dentro y por fuera: La hidratación es esencial para mantener la piel suave, tersa y luminosa. Para hidratar la piel por dentro, debemos beber al menos dos litros de agua al día, y evitar el alcohol, el tabaco y el café, que son diuréticos y deshidratantes. Para hidratar la piel por fuera, debemos usar una crema hidratante adecuada a nuestro tipo de piel, y aplicarla dos veces al día, por la mañana y por la noche, después de limpiar la piel. También podemos usar mascarillas hidratantes una o dos veces por semana, para darle un extra de nutrición a nuestra piel.
- Llevar una alimentación equilibrada y rica en antioxidantes: La alimentación influye mucho en la salud y la belleza de nuestra piel. Una dieta sana y variada nos aporta los nutrientes que nuestra piel necesita para regenerarse y defenderse de los radicales libres, que son moléculas que dañan las células y aceleran el envejecimiento. Los antioxidantes son sustancias que neutralizan los radicales libres y previenen el daño celular. Algunos alimentos que son ricos en antioxidantes son las frutas y verduras de color rojo, naranja, amarillo y verde, como los tomates, las zanahorias, los cítricos, las espinacas o el brócoli; los frutos secos, como las nueces, las almendras o las avellanas; el té verde, el chocolate negro, el vino tinto o el aceite de oliva.
- Dormir bien y evitar el estrés: El sueño y el estrés también afectan a nuestra piel. Cuando dormimos, nuestra piel se repara y se renueva, y se elimina el exceso de líquidos y toxinas que se acumulan durante el día. Por eso, es importante dormir entre siete y ocho horas al día, y hacerlo en un ambiente oscuro, silencioso y fresco. El estrés, por el contrario, provoca la liberación de hormonas como el cortisol, que aumenta la inflamación, la grasa y la sensibilidad de la piel. Además, el estrés nos hace fruncir el ceño, apretar la mandíbula y hacer gestos que favorecen la aparición de arrugas. Por eso, es conveniente practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, y buscar actividades que nos hagan sentir bien y nos diviertan.
Cómo tratar las arrugas y las manchas
Si a pesar de seguir estos consejos, ya tenemos arrugas y manchas en la piel, no hay que desesperar. Existen muchos tratamientos de medicina estética que nos pueden ayudar a mejorar el aspecto de nuestra piel y a corregir los signos del envejecimiento, sin necesidad de cirugía ni de anestesia. Algunos de estos tratamientos son:
- El bótox: esta es una toxina botulínica que se inyecta en pequeñas dosis en los músculos faciales, y que produce una relajación temporal de los mismos, lo que suaviza las arrugas de expresión, como las del entrecejo, la frente o el contorno de los ojos. El efecto del bótox dura entre cuatro y seis meses, y se puede repetir el tratamiento sin problemas. El bótox es un tratamiento seguro, rápido y eficaz, que no altera la expresión natural de la cara, siempre que se aplique por un profesional cualificado y con experiencia.
- El ácido hialurónico: es una sustancia que se encuentra de forma natural en nuestra piel, y que tiene la capacidad de retener el agua y de rellenar los espacios entre las células. Con el tiempo, el ácido hialurónico se va perdiendo, y la piel se vuelve más fina, seca y flácida. El ácido hialurónico se puede inyectar en la piel para rellenar las arrugas, los surcos y las ojeras, y para dar volumen y definición a los labios, los pómulos y el mentón. El efecto del ácido hialurónico dura entre seis y doce meses, y se puede repetir el tratamiento sin problemas. El ácido hialurónico es un tratamiento seguro, natural y biocompatible, que no produce alergias ni rechazos, y que mejora la hidratación y la elasticidad de la piel.
- El peeling químico: El peeling químico es un tratamiento que consiste en aplicar una solución química sobre la piel, que provoca una exfoliación controlada de las capas superficiales de la misma, eliminando las células muertas, las impurezas, las manchas y las cicatrices. El peeling químico estimula la regeneración de la piel, y la deja más suave, lisa, uniforme y luminosa. El peeling químico se puede realizar con diferentes tipos de ácidos, según la profundidad y la intensidad que se quiera alcanzar. El peeling químico es un tratamiento seguro y personalizado, que se adapta al tipo y al estado de la piel de cada persona, y que se puede combinar con otros tratamientos para potenciar sus resultados.
Acude siempre a centros médicos especializados
Cuando se trata de cuidar la hidratación de tu cara y buscar tratamientos de medicina estética, la elección del entorno es esencial. Optar por centros médicos que cuentan con un equipo altamente capacitado, no solo proporciona seguridad, si no la tranquilidad de que todo saldrá bien.
La experiencia profesional y la supervisión médica directa son factores cruciales para garantizar resultados efectivos y seguros.
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