El invierno es una época del año que puede ser muy dura para nuestra piel. El frío, el viento, la calefacción y la falta de humedad ambiental hacen que nuestra piel se reseque, se irrite y pierda luminosidad
La piel está formada por varias capas, entre las que destaca la capa córnea, que es la más externa y la que actúa como barrera protectora frente a las agresiones externas. La capa córnea está compuesta por células muertas, queratina y lípidos, que mantienen la cohesión y la hidratación de la piel. Cuando la capa córnea se altera, se produce una pérdida de agua, que es la que se evapora desde las capas más profundas de la piel hacia el exterior. Esto hace que la piel se deshidrate, se vuelva más fina, más sensible y más propensa a sufrir irritaciones, inflamaciones e infecciones.
El frío es uno de los factores que más afectan a la capa córnea, ya que altera su estructura y su función. El frío disminuye la actividad de las glándulas sebáceas y sudoríparas, que son las encargadas de producir el sebo y el sudor, respectivamente. Estas dos sustancias forman una película que recubre la superficie de la piel y que la mantiene hidratada, suave y flexible. Cuando esta película se debilita, la piel pierde su capacidad de retener el agua y se reseca.
Además, el frío provoca la contracción de los vasos sanguíneos, que son los encargados de transportar el oxígeno y los nutrientes a la piel. Esto hace que la piel reciba menos aporte de estas sustancias, que son esenciales para su salud y su belleza. La falta de oxígeno y nutrientes hace que la piel se vuelva más pálida, más opaca y más apagada. También afecta a la producción de colágeno y elastina, que son las proteínas que le dan firmeza y elasticidad a la piel. La disminución de colágeno y elastina hace que la piel se vuelva más flácida y que aparezcan las arrugas.
Como ves, el frío tiene un impacto negativo en nuestra piel, que se manifiesta en una pérdida de hidratación, luminosidad y firmeza. Por eso, es importante cuidar nuestra piel en invierno y protegerla de las bajas temperaturas. Una de las mejores formas de hacerlo es recurriendo al ácido hialurónico, una sustancia natural que se encuentra en nuestra piel y que tiene la capacidad de retener grandes cantidades de agua, aportando hidratación, elasticidad y firmeza.
El ácido hialurónico, el aliado perfecto para hidratar tu piel en invierno
El ácido hialurónico es uno de los ingredientes más utilizados en la medicina estética, ya que ofrece múltiples beneficios para la salud y la belleza de la piel. Entre ellos, podemos destacar los siguientes:
- Hidrata la piel en profundidad, evitando la pérdida de agua y creando una barrera protectora contra las agresiones externas.
- Rellena las arrugas y los surcos, alisando la superficie de la piel y dando un aspecto más joven y natural.
- Estimula la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para la estructura y la elasticidad de la piel.
- Aporta luminosidad y vitalidad a la piel, mejorando su tono y su textura.
- Previene y trata las manchas, las cicatrices y las marcas de acné, al favorecer la regeneración celular y la renovación de la piel.
El ácido hialurónico se puede aplicar de diferentes formas, según las necesidades y los objetivos de cada persona. Algunas de las más habituales son las siguientes:
- Cremas y sérums con ácido hialurónico: son productos cosméticos que se aplican sobre la piel limpia y seca, por la mañana y/o por la noche, y que ayudan a mantener la hidratación y la elasticidad de la piel. Son ideales para el cuidado diario de la piel y para prevenir el envejecimiento cutáneo.
- Cápsulas de ácido hialurónico: son suplementos nutricionales que se ingieren por vía oral y que aportan ácido hialurónico al organismo, favoreciendo la hidratación y la regeneración de la piel desde el interior. Se recomienda tomar una cápsula al día, durante al menos 3 meses, para notar sus efectos.
- Inyecciones de ácido hialurónico: son tratamientos médico-estéticos que se realizan en el consultorio, con anestesia local o tópica, y que consisten en inyectar pequeñas cantidades de ácido hialurónico en las zonas que se quieren tratar, como las arrugas, los surcos, los labios o los pómulos. Los resultados son visibles de forma inmediata y duran entre 6 y 12 meses, según el tipo de ácido hialurónico utilizado y la zona tratada. Esta opción es la que mejores resultados da y la más recomendada.
Como ves, el ácido hialurónico es un gran aliado para cuidar tu piel en invierno y mantenerla hidratada, suave y radiante.
Acude siempre a centros médicos especializados
Cuando se trata de cuidar la hidratación de tu cara y buscar tratamientos de medicina estética, la elección del entorno es esencial. Optar por centros médicos que cuentan con un equipo altamente capacitado, no solo proporciona seguridad, si no la tranquilidad de que todo saldrá bien.
La experiencia profesional y la supervisión médica directa son factores cruciales para garantizar resultados efectivos y seguros.
En VIEbella contamos con el mejor equipo médico especializado en cirugía estética, con años de experiencia en el sector. Ponte en contacto con nosotros y confía en que tus necesidades serán atendidas por un equipo dedicado y profesional. En VIEbella, tu belleza está en buenas manos. ¡Es hora de resaltar lo mejor de ti!
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